Las lesiones de cartílago articular son un problema común que puede resultar de traumatismos directos, movimientos repetitivos o desgaste degenerativo. El cartílago articular es un tejido suave y resbaladizo que cubre las superficies de las articulaciones, permitiendo un movimiento suave y sin fricción. Cuando este cartílago se daña, puede provocar dolor, inflamación y pérdida de función en la articulación afectada.

El tratamiento de las lesiones de cartílago articular depende de la gravedad y la ubicación de la lesión. En casos leves, el tratamiento conservador puede incluir fisioterapia, cambios en las actividades diarias para reducir la carga sobre la articulación y medicamentos antiinflamatorios para controlar el dolor y la inflamación. También se pueden utilizar inyecciones de ácido hialurónico o plasma rico en plaquetas para promover la curación del cartílago.

En casos más severos, puede ser necesario un tratamiento quirúrgico para reparar o reemplazar el cartílago dañado. Los procedimientos quirúrgicos pueden incluir la microfractura, donde se crean pequeños orificios en el hueso para estimular el crecimiento de nuevo cartílago, o el trasplante de condrocitos, donde se utilizan células de cartílago cultivadas en laboratorio para reparar el área dañada. Estos tratamientos pueden mejorar significativamente la función articular y reducir el dolor, aunque la recuperación puede requerir varios meses de rehabilitación.